El abductor es el músculo que se encarga de separar la pierna del cuerpo, es decir, de realizar el movimiento de abducción de la cadera. Este músculo puede sufrir diferentes tipos de lesiones que afectan al rendimiento deportivo y a la calidad de vida.
Por eso, es importante conocer cuáles son las lesiones más comunes en el abductor y cómo se pueden tratar de forma eficaz.
Las lesiones en el abductor más comunes
Las lesiones en el abductor pueden ser de dos tipos: agudas o crónicas.
Las lesiones agudas son aquellas que se producen por un traumatismo, un estiramiento excesivo o un movimiento brusco. Las lesiones crónicas son aquellas que se deben a una sobrecarga, un desequilibrio muscular o una mala técnica deportiva.
Algunas de las lesiones más frecuentes en el abductor son:
- Distensión o rotura del abductor: es la lesión más habitual y se genera en caso de que el músculo sea sorprendido con un estiramiento que sobrepase su capacidad. Esto provoca inflamación, hematomas y roturas de las fibras del músculo. La gravedad de la lesión se diagnóstica de acuerdo con el número de fibras que se han visto afectadas y puede variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso que impide caminar. La distensión suele ocurrir en el abductor mayor, que es el más superficial y visible de los abductores.
- Tendinitis del abductor: Es la inflamación del tendón que une el músculo con el hueso, debido a un uso excesivo o repetitivo del mismo. El tendón más afectado suele ser el del glúteo medio, que se inserta en la cara externa del fémur. La tendinitis provoca dolor en la zona lateral de la cadera, que se agrava al realizar movimientos de abducción o al presionar sobre el tendón.
Tratamientos más eficaces para las lesiones en el abductor
El tratamiento para las lesiones en el abductor dependerá del tipo y la gravedad de la misma, así como de las características individuales de cada persona. En general, los objetivos del tratamiento son aliviar el dolor, reducir la inflamación y recuperar la función muscular.
- Reposo relativo: consiste en evitar los movimientos o actividades que provoquen o empeoren el dolor, pero sin dejar de mover la pierna dentro del rango tolerable.
- Crioterapia: es la aplicación de frío sobre la zona lesionada, mediante bolsas de hielo, compresas frías o sprays refrigerantes. La crioterapia tiene un efecto analgésico y antiinflamatorio, ya que disminuye el flujo sanguíneo y el metabolismo celular.
- Fisioterapia: es un conjunto de técnicas y ejercicios que tienen como finalidad restaurar la movilidad, la fuerza y la flexibilidad del músculo lesionado. La fisioterapia puede incluir masajes, estiramientos, electroterapia, ultrasonidos, láser, ondas de choque, vendajes funcionales o neuromusculares, etc. La fisioterapia teatinos debe ser realizada por un profesional cualificado y adaptada a las necesidades de cada paciente.
- Ejercicio terapéutico: tiene que ver con ejercicios específicos del abductor, con el objetivo de mejorar su tono, su resistencia y su coordinación. El ejercicio terapéutico debe ser progresivo y supervisado por un fisioterapeuta, que indicará la intensidad, la duración y la frecuencia adecuadas.
- Medicación: puede ser útil en algunos casos, la ingesta de medicamentos que ayuden a minimizar dolores o inflamaciones. También es válido el uso de analgésicos o relajantes musculares. Estos fármacos deben ser prescritos por un médico y tomados siguiendo sus indicaciones.
- Cirugía: es el último recurso cuando los tratamientos conservadores no han dado resultado o cuando la lesión es muy grave. La cirugía puede consistir en reparar el músculo o el tendón roto, extirpar la bursa inflamada o liberar el nervio comprimido.
Las lesiones en el abductor son frecuentes y pueden limitar la práctica deportiva y la vida cotidiana en general. Por eso, es importante prevenirlas mediante un calentamiento adecuado, un entrenamiento equilibrado y una buena alimentación e hidratación.
Sin embargo, si se ha sufrido una lesión en el abductor, se debe acudir al médico o al fisioterapeuta para recibir un diagnóstico correcto y un tratamiento personalizado.