Mantener una buena trayectoria académica es algo esencial si se aspira a tener un futuro laboral prometedor y con miras a la estabilidad económica. Para que esto suceda, uno de los elementos más relevantes es elegir correctamente la formación que se va a seguir. No solo nos referimos a la especialidad del curso, sino a su propia naturaleza. Es decir, no es lo mismo estudiar una carrera universitaria que una formación profesional: hay ciertas diferencias que debes conocer. En esta ocasión, te queremos hablar de las ventajas de las FP y de por qué se han convertido en toda una tendencia en el mundo de la educación.

Una formación con pocos requisitos previos

Para matricularse en una carrera universitaria es necesario previamente haber hecho dos años de bachillerato y sacar una elevada nota de corte en la selectividad. Algo que queda lejos de estar al alcance de todo el mundo. Sin embargo, en el caso de los grados medios Granada y demás opciones de Formación Profesional, esto no sucede así.

En el caso de querer apuntarse a un grado medio, simplemente se debe haber superado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). De igual modo, quienes tengan un título de profesional básico o dispongan del certificado de técnico auxiliar también accederán directamente a la oferta de FP de los mejores centros del país.

Si hablamos del grado superior, los requisitos aumentan levemente. Para matricularse en estos cursos, vale por haber pasado por un grado medio, tener el bachillerato o superar las pruebas de acceso a la universidad para adultos. En todos estos supuestos, el alumno puede darse de alta en las mejores escuelas y así desarrollar sus competencias laborales en plenitud.

La eficiencia de las FP

Ahora bien, dejando de lado la facilidad de acceso a las fp Granada, conviene analizar la eficiencia que plantean. De hecho, esta es quizás la razón principal por la que la Formación Profesional está en pleno auge; más todavía en unos tiempos que ya están evidenciando los efectos de la “titulitis” que se lleva años produciendo en las universidades.

Una FP no suele superar los dos años de duración. En estos dos cursos, el estudiante se forma de manera competitiva en todas las competencias que necesita controlar de cara a su salida al mercado laboral. Un contenido generalmente práctico que no contempla todo el contenido de relleno del que tienden a pecar ciertas carreras universitarias.

De este modo, el estudiante saldrá mucho antes a la búsqueda de trabajo, lo cual reduce significativamente los costes asociados a la etapa académica. Porque las empresas modernas están cada vez más interesadas en el “qué sabes hacer”, priorizando el valor que genera su equipo por encima de los títulos que puedan haber cosechado durante sus años de estudios.

Estudia un grado superior y sal al mercado laboral

Como bien venimos comentando, tanto los grados medios como los grados superiores Granada gozan de unas elevadas tasas de empleabilidad en el mercado profesional moderno. Por consiguiente, podemos determinar que es una de las mejores alternativas en una época determinada por la precariedad laboral y por las cifras del desempleo elevadas.

En el último año de tu FP, el centro que hayas elegido te obligará a hacer prácticas en una empresa. Al hacerlo, pulirás al detalle todo lo aprendido en los dos años lectivos y, de este modo, serás la mejor versión de ti mismo. En este punto queremos destacar que la escuela que elijas ha de tener convenios con las mejores compañías de tu sector; lo cual incentiva las probabilidades de que te contraten en los mejores empleos.Así pues, las FP son formaciones de fácil acceso, corta duración y con miras al éxito laboral. Una serie de ventajas que mucha gente, obcecada con la dinámica universitaria, tiende a pasar por alto. Por lo que si realmente te quieres convertir en un candidato competitivo en el área profesional que más te interese, lo mejor es que busques un centro de FP que te ofrezca los mejores cursos del sector.

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