Los coches de ocasión representan una excelente oportunidad de inversión porque se trata de coches que están usados, pero que solo han tenido un dueño y, por ende, cuentan como seminuevos a diferencia de los coches de segunda mano que han tenido un recorrido importante en cuanto a su kilometraje. Vamos a ver qué es lo más importante a la hora de elegir uno.
Si existe una característica específica que separa a los coches de ocasión de cualquier otro tipo es que deben tener un kilometraje inferior a los 15 mil kilómetros. Esta condición permite reconocer que el coche ha tenido poco uso desde que fue comprado a la agencia de venta original. Este dato es muy relevante porque, aunque un coche haya tenido un solo dueño, es posible que su kilometraje esté por encima de este valor.
Por esta razón, los vehículos de ocasión representan una excelente forma de invertir y disfrutar de un coche propio de excelentes características a un precio más bajo que si fuese totalmente nuevo. En resumen, es un coche en condiciones óptimas para el uso y disfrute por un amplio período de tiempo.
Certificado de revisión
Uno de los primeros aspectos que se debe considerar de forma obligatoria es si el coche cuenta con un certificado de revisión. Este certificado es el que utiliza la empresa vendedora para asegurar que toda la estructura y el funcionamiento interno del coche está en óptimas condiciones de trabajo para ser vendido bajo esta modalidad.
Existen parámetros que permiten diferenciar un coche de ocasión de coches de segunda mano. Ya hablamos del kilometraje que es lo más relevante, pero también se consideran aspectos como la cantidad de dueños que ha tenido el coche con anterioridad o las condiciones que presenta.
Otro aspecto que también es interesante considerar es la garantía que posee. Los coches de segunda mano tienden a ofrecerse con una garantía que ocupa desde 1 hasta 2 años, mientras que un coche de ocasión es posible que disponga todavía de la garantía de venta original cuando se compró nuevo, por lo que este tiempo es el que prevalece.
Además, en los coches de ocasión es posible disfrutar de vehículos de alta gama, ya que los mismos no siempre provienen de dueños particulares. Por ejemplo, es posible que una empresa de renting desee actualizar su flota y coloque a sus coches deportivos segunda mano o de ocasión a disposición de una empresa especializada para que los distribuya.
Elegir la empresa proveedora
Ya que hemos visto cómo diferenciar los coches de ocasión de los de segunda mano a través del certificado de revisión, llega el momento de valorar qué aspectos son claves a la hora de elegir la empresa proveedora.
Lo ideal es que disponga de talleres profesionales donde realicen las revisiones de cada coche y sean capaces de detectar cualquier desperfecto antes de que una persona lo compre. Esto es relevante, sobre todo, a la hora de elegir un coche híbrido de segunda mano o cualquier otro tipo de estas características, porque suelen ser coches con más tiempo de uso y que pueden presentar fallas.
Otro detalle que suele ser interesante es si se trata de una empresa capaz de ofrecer financiación a medida para que así, sea más posible para quien lo necesita disfrutar de este recurso para su día a día.
En caso de no ser un comprador sino un vendedor, es importante que sea capaz de ofrecer una tasación que resulte conveniente para obtener el beneficio que corresponda según el precio que tenga el coche por sus características.
Tanto los coches de ocasión como los de segunda mano son excelentes para disfrutar de los beneficios de tener un coche propio sin apenas gastar dinero. Sin embargo, hay que considerar que no siempre se van a conseguir coches en perfecto estado y, por eso, es conveniente dejarse guiar por una empresa reconocida.