El nuevo renacer de la economía global
La economía mundial se enfrenta a retos significativos que amenazan su recuperación y crecimiento sostenido. A medida que nos adentramos en el año 2023, la inflación persistente, el aumento de las tasas de interés y la incertidumbre generalizada siguen proyectando una sombra sobre las perspectivas económicas. Según el informe «Situación y perspectivas económicas mundiales a mediados de 2023», es crucial abordar los efectos duraderos de la pandemia de COVID-19, el impacto creciente del cambio climático y los desafíos estructurales macroeconómicos para lograr un repunte sólido.
➔ ¿Será posible revertir los efectos de la pandemia?
Al principio, los expertos y los mercados confiaban en que las presiones inflacionarias, causadas por los desequilibrios en la oferta y demanda global, serían temporales. La suposición era que los cuellos de botella y desequilibrios relacionados con la epidemia mejorarían con el tiempo y que la demanda, impulsada por la recuperación post-pandémica, se estabilizaría. Sin embargo, el lado de la oferta no ha podido responder con la elasticidad esperada, provocando un prolongado período de presiones inflacionarias que afectan a monedas como el Dólar y el Euro en el comercio de divisas.
➔ Cambios en el panorama económico global
El descenso en los precios del transporte marítimo y la reducción de los atrasos en los puertos son señales alentadoras. A medida que la demanda de artículos electrónicos y servicios digitales disminuye, la escasez de semiconductores que había afectado a la industria comienza a aliviarse. Además, la política de «cero COVID» de China, que estuvo en vigencia durante casi una década, ha sido abandonada recientemente, lo cual podría tener impactos significativos en el comercio internacional.
Tendencias globales cambiantes
La economía global se enfrenta a una serie de tendencias a largo plazo que están remodelando su panorama. Durante las últimas décadas, la introducción de capacidad productiva subutilizada por parte de los países en desarrollo ha sido uno de los principales factores que contribuyeron a la deflación. Sin embargo, este fenómeno está disminuyendo a medida que las economías emergentes como China se vuelven más consumidoras y su capacidad productiva residual se agota.
➔ El desafío del envejecimiento de la población
Una preocupación creciente es el envejecimiento acelerado de la fuerza laboral a nivel mundial. Este fenómeno no solo reduce la capacidad productiva y la mano de obra, sino que también crea desafíos fiscales y aumenta la dependencia en los sistemas de seguridad social y salud. Estos factores ejercen una presión significativa en la economía global.
➔ El peso de las deudas nacionales
Los niveles de deuda soberana han alcanzado máximos históricos como resultado de los programas implementados para mitigar los efectos económicos de la pandemia. La deuda soberana ahora representa casi el 100% del PIB mundial, planteando una serie de preocupaciones a futuro.
➔ El desafío de la baja productividad
Un elemento clave en la tendencia a la baja de la productividad mundial es el sector no transable de la economía. Este sector, que representa la mayoría del PIB y el empleo, presenta dificultades para aumentar la productividad. Esto tiene implicaciones significativas en el crecimiento económico y el desarrollo global.
➔ La interconexión y las crisis multifacéticas
La economía mundial se enfrenta a una creciente frecuencia e intensidad de shocks y crisis. Desde la pandemia y los conflictos geopolíticos hasta los choques climáticos, estos eventos tienen un impacto directo en la estabilidad de los mercados y la cadena de suministro internacional. Las empresas y los gobiernos están tomando medidas para diversificar sus cadenas de suministro y reducir su vulnerabilidad a estas crisis multifacéticas.