Cuando se diagnostica la enfermedad de Alzheimer a una persona mayor el mazazo para la familia es bastante duro. Un diagnóstico de demencia o de Alzheimer pone a la familia en una situación difícil en la que surgen muchas dudas sobre cuáles serán los cuidados más apropiados para la persona enferma. 

Es importante informarse de las diferentes necesidades que tendrá el mayor afectado, así como de las distintas fases por las que pasará con la enfermedad. 

El comportamiento puede ir cambiando conforme la enfermedad avance y a veces la persona enferma de demencia o Alzheimer irá planteando desafíos a los cuidadores complicados de resolver. 

Es por ello que es fundamental seguir una serie de consejos y pautas para que los cuidadores de personas mayores puedan afrontar esta etapa sin caer en el desánimo y el agotamiento. Porque precisamente estas son algunas de las emociones que se sufren cuando una persona se ocupa del cuidado de un mayor con demencia. Son personas que acaban sintiéndose aisladas y muy solas, además, se sienten mal por ver cómo las facultades y capacidades de su ser querido van disminuyendo cada vez más. A eso se le suman complicaciones económicas y laborales, puesto que el cuidado de un mayor con demencia o Alzheimer implica una asistencia de 24 horas, lo que imposibilita que el cuidador pueda trabajar fuera del domicilio. Ante esta situación es importante que terceras personas aporten un apoyo emocional y físico a los cuidadores

Optar por el cuidado a domicilio del enfermo

Cuando la enfermedad de Alzheimer o la demencia avanza las familias se ven incapacitadas para resolver los problemas que se plantean, tanto en el cuidado diario, como en el trato en los ejercicios que la persona debe realizar. Es importante llegados a este caso tomar las decisiones oportunas para poder ofrecer a la persona enferma una buena calidad de vida.  

Existen soluciones para toda clase de casos, desde acudir a un centro asistencial que se ocupe de los cuidados o echar mano de centros de día, que durante las horas de trabajo de los familiares se ocupen de la persona mayor, para que no les falte de nada y estén cuidados y atendidos. Otras opciones pasan por el cuidado a domicilio, es decir, no mover al mayor de su casa y que sean cuidadores especializados quienes les atiendan y estén pendientes de sus necesidades, medicación, crisis, etc. 

Personal especializado en cuidar a mayores dependientes

Estos profesionales a domicilio están especializados en el cuidado de personas dependientes y saben afrontar cada día como un desafío. Serán capaces de ayudarles a realizar las tareas más básicas que tal vez ellos solos ya no puedan realizar, como el aseo diario o preparar la comida. Siempre respetando las costumbres de la persona y sus hábitos de vida. Los cuidadores de personas mayores a domicilio se convierten no solo en un apoyo para la persona dependiente, sino que también se convierten en apoyo de los familiares, puesto que gracias a su trabajo y dedicación la familia podrá continuar con su trabajo, y sus obligaciones familiares propias. 

Además, siempre con la tranquilidad de que el usuario está en su propia casa, que se podrá supervisar el cuidado recibido sin problemas y que los trabajadores se adaptarán a las necesidades que se tengan en cada hogar. 

Diferentes servicios según necesidades

Entre los servicios que se pueden ofrecer a través de los cuidadores a domicilio están los básicos como levantar y acostar al enfermo, ayudar en su higiene personal y prepararle las comidas, a otros como acompañamiento a citas médicas o asistencia en hospital si la persona debe quedar ingresada. Igualmente, se pueden solicitar servicios de fisioterapia, peluquería, podología, servicio farmacéutico o actividades de motricidad. Todo dependerá de las necesidades del mayor, de sus inquietudes, de su estado de salud, así como de los deseos de la propia familia.

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