Enfrentarse al papel en blanco es una de las experiencias más inquietantes que vive todo escritor. Incluso teniendo la historia muy clara en la cabeza, ese primer contacto con el folio inmaculado se puede convertir en toda una odisea. ¿Cómo empezar? ¿De qué modo enganchar al lector? ¿Quiénes van a ser los protagonistas y cómo se van a ir desarrollando? Son muchas las interrogantes que se van apilando para lo que será tu obra maestra; obra que podrás publicar, de forma sencilla, con puntodidot.com.
Pero es, sin duda, la creación de los personajes literarios lo que más esfuerzo y concentración requiere, ya que, sobre ellos, recae todo el peso de la acción. De ahí que seguir algunos consejos puede resultar de gran utilidad, ¿quieres conocerlos?
Personajes literarios y ejemplos
Antes de entrar de lleno en la creación en sí misma, es necesario saber qué es un personaje literario. Se trata de un ser, puede ser humano o no, real o imaginario, que tiene entidad propia y sentimientos con los que se va a ir desenvolviendo a lo largo de las acciones y situaciones que le proponga el escritor.
Los personajes literarios pueden ser seres humanos, animales u objetos humanizados, criaturas sobrenaturales o seres históricos a los que podemos otorgar ciertos rasgos de ficción o, simplemente, ajustarnos a la realidad.
En una obra literaria, los personajes aparecen como principales o secundarios, dependiendo del protagonismo que ejercen en la historia. También se pueden encontrar personajes planos, que son los que tienen pocos rasgos distintivos, o personajes redondos que son mucho más complejos.
4 consejos a tener en cuenta para crear un personaje literario
1. Descripción física
Es la primera idea que debemos plantearnos al imaginar nuestro personaje. Todo detalle es interesante para crear esa imagen: color de pelo, de ojos, estatura o complexión física.
2. Rasgos psicológicos
En este apartado, es necesario profundizar en el carácter o modo de ser de nuestro personaje. Puede ser amable, divertido, huraño, antipático, egoísta o generoso.
3. Situación personal
También necesitaremos saber cuál es su situación personal y social. Si está casado o soltero, la clase social a la que pertenece o su lugar de nacimiento y residencia.
4. La moralidad
Es ese rasgo que no se debe pasar por alto y que va a dar mayor intensidad a nuestro personaje. Puede ser un ser honrado y fiel cumplidor de la ley, o un desalmado asesino que no atiende a razones legales ni morales.
¿Cómo darle vida a través del papel?
Una vez tengas los anteriores rasgos bien claros, anótalos en un papel para que nada se escape. No olvides que el personaje debe ser totalmente coherente, eso no resta que vaya evolucionando a lo largo del relato. A partir de sus acciones y relación con los demás, podrás decidir si acaba trágicamente o, por el contrario, consigue un final feliz. Sin embargo, lo más importante es que siempre tengas muy clara cuál es la historia que quieres contar, de esta forma no perderás el hilo de la coherencia.
Si ya tienes una historia en mente, y los personajes van pululando por tu cabeza como pequeñas chispas de inspiración, no lo dudes y lánzate a la aventura que te ofrece la narración. Sitios como Punto Didot estarán encantados de asesorarte y publicar tu libro como mereces, así que no dejes para mañana lo que puedas escribir hoy.